Afilando los machetes: Empieza la cacería

Después de la semana horribilis que ha vivido el Real Madrid en el plano deportivo, con la eliminación en la Champions League de fútbol ante el Olympique Lyonnais y el batacazo en la Euroleague ante el Maccabi Tel-Aviv que obligará a los chicos de Ettore Messina a jugarse el pase a la Final Four de París contra un Regal Barcelona en un estado de forma espectacular, desde la prensa “deportiva” han tocado a rebato y han llamado a filas a todos los plumillas reconocidos para empezar la caza de brujas en busca de culpables rápidos y unánimes. No voy a ser yo precisamente quien vaya a defender a ultranza al proyecto “megalítico” de Florentino Pérez en su nueva etapa como máximo dirigente del club de Concha Espina, pero pareciera ser que todos estos mensajes encendidos buscando “sangre” en forma de dimisiones ya están escritos y predeterminados como si fueran plantillas de mensajes de texto de un móvil.

El caso más llamativo y reconocido viene desde la “gran M gorda” (medio del cual hablaremos mucho por aquí y lo haremos con esta denominación), que a la mañana siguiente de que el Real Madrid cayera eliminado de la Champions ponía esta “bonita” y “didáctica” portada, digna más de un ultrasur que de un licenciado en comunicación (si es que hay alguno en ese periódico):

Pero no os asustéis, esto no es nuevo en dicha publicación durante esta temporada. Desde la aparición en el amanecer del verano pasado de Florentino Pérez como “la vuelta al poder del Mesías del Madridismo”, la gran M gorda se ha convertido como el vocero encubierto del despacho de Florentino Pérez lanzando los globos sonda que le interesaba al constructor. Por eso, esa misma gente parece que se autoproclaman como los hacedores de las decisiones del club, incitando al aficionado madridista a exigir la dimisión de alguien según lo que ellos les parezca.

Sin embargo, no es sólo este medio quien se ha armado en los últimos días de valor para atacar la línea de flotación del Real Madrid. Desde mi querida y admirada Cadena SER, ya en la misma narración del partido cuando el Olympique Lyonnais anotó el gol del empate y se vio que el Madrid no iba a remontar, algunos de los comentaristas del partido ya empezó a mostrar visos de lo que pensaba. No fue hasta el final del partido, en el análisis de lo ocurrido en el Santiago Bernabeu, cuando el exfutbolista Poli Rincón (otro que me parece que va a ser uno de los protagonistas de este blog) empezó a reafirmar que el proyecto de Florentino Pérez está acabado apoyándose en la opinión del periodista Antonio Romero, uno que cuando quiere se quita la careta de periodista y se pone la bufanda del Real Madrid. En fin, que ejemplos como los citados hay varios y nos podríamos tirar horas analizándolos.

Pero no sólo bajan las aguas revueltas en el Paseo de la Castellana, en la zona norte de Madrid, sino que también anda el ambiente revuelto en el barrio de Carabanchel, en la zona sur de la ciudad. Ayer tuvimos la gran oportunidad de disfrutar en vivo de la mejor competición entre clubes que existe en el deporte, la Euroliga de baloncesto, y más concretamente de uno de esos partidos que ya sólo con el nombre de los contendientes te recuerda a gestas míticas e históricas del baloncesto europeo: Real Madrid-Maccabi Tel Aviv. Analizándolo a bote pronto, no sé si es peor el hecho en sí de perder en casa ante el equipo macabeo (otro año más) y las consecuencias de la misma (otro año más también) o la forma en cómo se perdió el partido. Ya sé que el equipo de Pini Gershon ya realizó un parcial de 42 puntos en el último cuarto en el anterior partido ante Montepaschi Siena, pero la defensa efectiva que Messina planteó en la primera parte del partido la tiró por la borda con una segunda donde se dejó llevar a los israelitas el tempo del partido y no dando minutos a ciertos jugadores curtidos en situaciones extremas como la del final del partido de ayer, manteniendo en cancha a jugadores al borde de la eliminación o a jugadores poco experimentados y que ayer no rindieron a nivel de equipo senior.

Hasta ahí todo “normal”, las críticas que cualquier aficionado al baloncesto pudiera hacer. Pero lo que más me llamó la atención eran las conversaciones que se podían oír a la salida del partido en los corrillos de aficionados en las bocanas de salida del pabellón. Llegue oír a más de uno que desea que este año el Madrid (el equipo que representa la bufanda que colgaba de su cuello) no ganara la liga (la Euroliga la daban ya por perdida) para que Messina no siguiera como entrenador. Y en los foros de baloncesto en Internet las opiniones se ponen peor, que cada uno lo compruebe por sí mismo. Ya, sé que la credibilidad de lo que se dice en los foros de Internet es ínfima, pero sirve como muestra del sentir del aficionado blanco.

Personalmente, sé que tanto Manuel Pellegrini como Ettore Messina no serán los entrenadores del Real Madrid de fútbol y de baloncesto la próxima temporada, y en el plano deportivo será una medida correcta. Lo que no es aceptable es como esa calaña que copa las “altas esferas” del periodismo “deportivo” “nacional” creen una opinión personal e única para ejercer una presión social para hacer y deshacer lo que a ellos les convenga. Lo peor de todo, es que al mínimo error de ambos entrenadores los periodistas volverán a la carga y veremos portada como la mostrada anteriormente o tertulias de radio dignas de una barra de un bar situado en Padre Damián esquina Concha Espina que de un medio de información “serio”.

En fin, ellos (los periodistas) seguirán con su estilo asqueroso y nosotros seguiremos criticándolo. Prometo para próximas fechas hablar del “Pensamiento Único”…